¿Cómo reconocer los síntomas de un suelo pélvico débil?

La incontinencia urinaria o fecal, la sensación de pesadez en la vagina, la dificultad para retener tampones o una baja sensibilidad en las relaciones con penetración son los primeros indicadores de que tu suelo pélvico puede necesitar atención.

Una vez identificado el problema, llega el momento de trabajar para tener una mayor conciencia de tu cuerpo. Saber identificar y activar estos músculos es fundamental para poder adoptar esas medidas preventivas que te ayudarán a mantenerlos fuertes y en buen estado.

mantenerlos fuertes y en buen estado.

Adopta medidas preventivas para cuidar tu suelo pélvico

Es normal que al principio no sepas muy bien cómo identificar los músculos del suelo pélvico y que necesites algo de ayuda.  

Al inhalar en una respiración 3D la caja torácica se expande en 360º, estimulando la musculatura del suelo pélvico.

Otro de los hábitos que puede marcar una gran diferencia en la salud de tu suelo pélvico es pasarte a respiración 3D o respiración 360º. ¿No sabes a qué me refiero?

Respiración 3D o respiración 360º

Como puedes ver en el ejercicio que realizo en el vídeo de este post, al inhalar tu caja torácica ha de expandirse en 360º, lo cual ejerce una ligera presión hacia abajo, estimulando los músculos del suelo pélvico que se ven estirados ligeramente. Siente cómo al exhalar, tu tórax regresa a su posición y tu periné también se activa volviendo al punto de partida.

Supongo que a estas alturas ya te vas dando cuenta de que tus hábitos diarios influyen en tu salud pélvica más de lo que imaginabas. Pues bien, otro de los aspectos que casi nunca relacionamos con nuestro suelo pélvico es la alimentación

Cómo mejorar tu suelo pélvico a través de alimentación

Todos sabemos que una dieta equilibrada y rica en fibra te ayuda a mantener un peso saludable, pero estoy segura de que nadie te había contado que afecta directamente a la salud de tu suelo pélvico, ya que, a través de la alimentación, puedes evitar la inflamación y el exceso de presión sobre tus músculos.

Todo lo que pasa en nuestro abdomen influye en nuestro suelo pélvico (¡es el piso de abajo!), así que, por un lado:

• Trataremos de evitar el estreñimiento a través de la ingesta suficiente de fibra;
• y, por otro, minimizaremos el consumo de alimentos procesados, azúcar, harinas refinadas y alcohol, para mantener nuestros tejidos alejados de la inflamación.

‌Y ya que hablamos de fibra, hablemos de lo importante que es la hidratación.

La hidratación es fundamental para mejorar tu suelo pélvico

Bebe agua, es básico, ya que mantener unos niveles óptimos de agua en tu cuerpo te asegura el correcto funcionamiento de tus tejidos.

Y para que lo entiendas mejor, el agua en combinación con la fibra previene el estreñimiento. De esta forma, también evitas una presión extra sobre tu suelo pélvico.

Si tienes incontinencia urinaria, dejar de beber agua no es la solución: mantener una correcta hidratación antes, durante y después del ejercicio es fundamental para el equilibrio hídrico corporal.

No obstante, es importante equilibrar la ingesta de líquidos con tu estilo de vida (ejercicio físico, clima del  lugar donde vives) y con tus circunstancias de salud (por ejemplo, si tienes litiasis renal).

Por último, asegúrate de que vacías tu vejiga con la periodicidad adecuada para la cantidad de líquido que ingieres. ¡De no ser así, sobrecargarás tu vejiga y tus músculos del suelo pélvico!

Para terminar, me gustaría recordarte el poder del descanso. Tan importante es estimular el suelo pélvico como dejar que se relaje y se recupere después de cualquier actividad física.

Tu suelo pélvico también necesita descansar

Al dar a tus músculos un tiempo de recuperación, estás facilitando su fortalecimiento y previniendo posibles lesiones. En este sentido, es importante que te des el tiempo de descanso que necesites para recuperarte después de tus entrenamientos. Pero, además, recuerda cuidar tus horas de sueño, ya que es por la noche cuando todas las células de nuestro cuerpo se regeneran, incluyendo las del suelo pélvico.

Espero que con este vídeo hayas aprendido que cuidar y entrenar los músculos del suelo pélvico no solamente se limita a sacar un rato de tu día para hacer unos ejercicios, sino que debe ser un hábito integrado en tus actividades cotidianas. Por ejemplo, cuando respiras de forma óptima (en 360º), cuando conectas con tu suelo pélvico mientras trabajas o esperas un semáforo en rojo, o cuando activas tus músculos antes de levantar objetos.

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